miércoles, 30 de marzo de 2011

Ataque Clickwrap en Internet

  "Ya es un hecho notorio establecido por tribunales en todo el mundo, que se configura un Contrato al acceder a una página web, quedando obligado el usuario por las condiciones de uso, términos y condiciones legales y política de privacidad que se hayan incluido en la página. Estos contratos, denominados CONTRATOS CLICKWRAP, se multiplicarán proporcionalmente al número de vínculos que se hayan incluido en cualquier página"
Por Leopoldo Brandt Graterol
Los abogados norteamericanos, al igual que los abogados venezolanos, están acostumbrados a recibir noticias sorprendentes, bien por escandalosas o por innovadoras. Muchos casos son reseñados diariamente por diarios, revistas especializadas y boletines web. Sobre todo en los Estados Unidos podemos encontrarnos con demandas por "café muy caliente" o por daños morales causados por celebridades que despiden a sus entrenadores a los pocos días de contratarlos.
Los escándalos son ampliamente reseñados, mientras otras decisiones, que quizá pueden cambiar nuestra vida diaria también son adoptadas. Entre este tipo de casos se encuentran las decisiones tomadas en torno a los contratos que se configuran en línea, al hacer "click", o como se les ha denominado "Contratos Clickwrap". Pero quizá más sorprendente aún, han sido algunas decisiones en este sentido, en las cuales se da como un hecho obvio, que las partes quedan obligadas por los términos y condiciones de dichos contratos, pasando por alto uno de los hechos más importantes y discutidos por la doctrina sobre el particular, cual es si el usuario ha dado efectivamente su consentimiento. La afirmación anterior toma importancia, si calculamos que están ingresando en los motores de búsqueda venezolanos, aproximadamente 100 páginas web mensuales, en las cuales se configuran contratos y en las cuales se calcula modestamente existan aproximadamente dos vínculos que configurarán contratos clickwrap.
El ejemplo más común de este tipo de contratos, como lo mencionáramos, es el que se refiere a las páginas web, en las cuales muchas de las decisiones han considerado como algo "notorio", el que el usuario quede obligado por los términos y condiciones, legales, comerciales y/o de privacidad de la página. Lo anterior ha sido reconocido, incluso en los casos de simple tráfico y uso de medios y servicios disponibles en las páginas y portales, tales como el uso de emails gratuitos. A esto, tenemos que agregar que ya la inclusión de términos en las páginas, va más lejos de la delimitación de obligaciones legales en las mismas, ya que está marcando la pauta en cuanto a la seriedad, confiabilidad y reputación comercial de la página misma, lo cual se pone de manifiesto cuando la página está involucrada en operaciones de relevancia en las cuales se exige la inclusión de términos, condiciones y políticas de las mencionadas. Ya es un hecho que existen empresas que no realizan contratación para colocar banners en páginas web que no llenen ciertos requisitos como la inclusión de una política de privacidad y demás menciones que otorguen seguridad al usuario. Lo anterior es debido a que la reputación de la empresa anunciante está en juego y dicha imagen puede verse deteriorada por cualquier acción legal que sea intentada en contra de la página en la cual se coloque la publicidad.
La necesidad de la inclusión de dichos términos, condiciones y políticas de uso, se ha puesto de manifiesto en los casos de demandas contra páginas web en los cuales no se habían adoptado las medidas correspondientes, lo cual ha colocado a la empresa demandada en posición de desventaja y debilidad legal.
A pesar de que la página web tenga un diseño amigable, se hace confuso para el usuario, conocer sus derechos y deberes dentro del ambiente en que interactua. A medida que el contenido y los servicios ofrecidos por las páginas web se hagan complejas, se requerirá un análisis y desarrollo legal en la página de igual magnitud.
En otros casos, ni el diseño de la página es amigable, ni la misma ha sido configurada legalmente. Tal es el caso de la página web de la empresa ToysRus, compañía que según los entendidos, no pudo darle el toque especial a su página de forma de hacerle más atractiva a sus clientes del mundo material. Durante el mes de diciembre de 1999 el servidor de esta empresa no pudo procesar la totalidad de las órdenes colocadas para ser entregadas antes de Navidad, debiendo incluso ofrecer certificados de regalo para reparar de alguna forma el daño causado. Pero el caso fue más allá, ya que algunos consumidores han demando a la empresa ante los tribunales norteamericanos, y los abogados defensores se han encontrado con una página web sin términos legales. Se estima incluso que páginas web que tenían vínculos hacia la página de la juguetería podrían ser demandadas, por considerarlas co-responsables por el incumplimiento, argumentándose que las mismas han debido revisar los aspectos legales de la página de la juguetería o exigir algún tipo de garantías antes de establecer el vínculo hacia la misma.
Es para todos conocido, que existen casos notorios de responsabilidad por vínculos a páginas web ilícitas o inmorales, si así lo consideran las personas afectadas, por la violación de sus derechos de privacidad, pero aún tratándose de páginas web moralmente correctas, pueden darse casos donde emerge responsabilidad legal de la indebida o nula configuración legal de las mismas.
Si estudiamos bien las estructuras mencionadas arriba, a saber: términos legales, condiciones de uso y política de privacidad, podremos descubrir una estrategia cuidadosamente diseñada desde el punto de vista legal, que busca no solo crear una base legal sólida, sino adicionalmente sentar las bases de seguridad y confianza para los usuarios de las mismas, quienes son al final los que tienen la última palabra.
¿ Que nos depara el futuro en esta materia? Es lógico pensar que las empresas desarrolladoras de navegadores de Internet, adecuen sus programas para ser configurados de manera tal que solo permitan al usuario acceder a páginas web que tengan ciertos términos legales, que suministren información personal y confidencial sólo a páginas web que otorguen la garantía correspondiente, y mejor aún, entrar en sitios de comercio electrónico y que el navegador ya configurado, permita conectarse con la página web y determinar si la misma reúne las condiciones económicas que uno considera apropiadas, como por ejemplo sólo comprar en tiendas que tengan cierta política de devolución de productos, permitan pago a créditos, etc.
Definitivamente, el desarrollo de herramientas eficientes para Internet, desde todo punto de vista, legal y comercial, dará un impulso al sector que jamas ha recibido y todo en beneficio del público. Solo nos queda esperar.



José Rafael Urdaneta
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