lunes, 30 de septiembre de 2013

Inadmisible silencio frente a Guyana


Inadmisible silencio frente a Guyana

De permitir el gobierno nacional que se efectúen perforaciones en lo que es la fachada atlántica de nuestro país estaría cometiendo un delito de traición a la patria

El anuncio realizado por el gobierno guyanés sobre el inicio de perforaciones petroleras en la fachada Atlántica venezolana por parte de compañías transnacionales es una violación inadmisible de nuestra soberanía e integridad territorial. Ello ocurre por causa del silencio culpable de las autoridades venezolanas que no han actuado con diligencia para impedir hechos como estos.
En derecho internacional el silencio es una forma de aquiescencia y las omisiones reiteradas de la cancillería venezolana frente a los actos del gobierno guyanés en áreas que, o bien son objeto de reclamación, o más grave aún en las que pertenecen sin discusión alguna al territorio nacional.
El argumento esgrimido por Maduro y Jaua de que eso es materia del Buen Oficiante es falaz, a éste no le corresponde en ningún caso lo que no sea la zona en reclamación, además el buen oficiante no tiene la capacidad jurídica de proponer soluciones, no es un mediador, sino un simple facilitador de las conversaciones y acuerdos entre las partes.
De permitir el gobierno nacional que se efectúen perforaciones en lo que es la fachada atlántica de nuestro país estaría cometiendo un delito de traición a la patria.
Es hora de que los venezolanos exijamos de nuestros gobernantes que actúen responsablemente en la preservación de nuestra soberanía e integridad territorial y no permitan que las transnacionales exploten, sin nuestro consentimiento, hidrocarburos frente a nuestras costas.
La Constitución establece muy claramente cuales son los límites del territorio nacional tanto en su ámbito terrestre como marítimo y ningún gobernante puede renunciar a ellos. El deber de todo venezolano es impedir que este desafuero pueda ocurrir.