El origen de la palabra “Testificar” es ciertamente confuso, ya que
hay varias versiones y en ninguna de las diferentes fuentes se ponen de
acuerdo. Por un lado (y parece la más fiable) está la que dice que la
palabra Testificar proviene de testigo y está a su vez viene del antiguo
ibero “testiguar”, el cual viene del latín testificare. “Testificare”
esta compuesto de testis (testigo) y facere (hacer).
No se sabe porque el ibero no tomó “testigo” directamente de testis.
Por otro lado, “testículo” viene de “testiculus” compuesto de “testis”
(testigo) y el sufijo “culus” que es usado para como diminutivo. Así que
los testículos son los “pequeños testigos”.
Hablando de estos “pequeños testigos” otra versión del “Testificar”
nos dice que su procedencia corresponde a que a falta de Biblia, los
romanos juraban decir la verdad apretándose los testículos con la mano
derecha y que de esta costumbre romana procede la palabra testificar.
Y para rizar más el rizo una tercera vía de investigación indica que
después de cada Cónclave, cuando ya se había elegido el Cardenal que
sería investido como Papa, antes de que éste fuese nombrado
definitivamente, era sometido a una prueba, realizada por otro Cardenal,
que había pertenecido también al Cónclave, y que era nombrado para tal.
Esta prueba consistía en que éste último debía tocarles los genitales
al futuro Papa, con la mano, para asegurarse y testificar luego a los
demás, que éste era masculino. Evitando así el fraude de haber sido
elegida una mujer, que se haría pasar por hombre.
José Rafael
Tu Asesor Confiable...
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@jrurdaneta
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